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A veces, se subestima el poder de una buena sistematización a la hora de llevar a cabo tareas tan rutinarias como la limpieza de la cocina.
Sin embargo, organizar adecuadamente las tareas puede optimizar el proceso, de manera que le dediques el menor tiempo posible para obtener los mejores resultados. Dividir el proceso en tareas más sencillas y ordenar el paso a paso de la manera más eficiente posible te ayudará a llevar a cabo una limpieza impecable y eficaz.
Preparativos antes de la limpieza
Antes de comenzar la limpieza profunda de la cocina, es fundamental que prepares el espacio adecuadamente, para poder trabajar sin obstáculos y alcanzar todos los rincones.
Despeja la cocina de objetos innecesarios
El primer paso puede resultar obvio, pero llevarlo a cabo correctamente asegurará que podamos limpiar todas las superficies, y consiste en retirar los objetos que ocupen el espacio que vas a tratar.
Si quieres limpiar el interior de armarios y cajones de cocina, puedes vaciarlos, colocando los objetos y utensilios que albergan en las encimeras, para limpiar el sistema de almacenaje por dentro. Aprovecha este momento para desechar los objetos innecesarios y quedarte solo con aquellos a los que des uso.
Una vez limpio y seco, lo ideal es volver a colocar cada cosa en su lugar, retirando pequeños electrodomésticos, utensilios y cualquier otro objeto de las superficies principales.
Dejar las encimeras despejadas ayudará a limpiar correctamente las superficies de la cocina y tratar todas las zonas, sin obstáculos que puedan entorpecer la tarea o empeorar el resultado.
Elige los productos y útiles de limpieza adecuados
Una vez que la cocina esté despejada, prepara los útiles de limpieza más adecuados para cada superficie.
La elección correcta dependerá de los materiales de cada zona. Por ejemplo, las encimeras de mármol, granito u otros materiales requieren tratamientos distintos, al igual que los electrodomésticos, los azulejos o los frontales de armarios y cajones.
En todo caso, las bayetas y estropajos serán utensilios imprescindibles para limpiar la cocina a fondo. Elige los que sean respetuosos con las superficies y lo suficientemente efectivos como para retirar la suciedad a tratar.
En cuanto a los productos de limpieza, de nuevo habrá que tener en cuenta las características y necesidades de cada superficie de la cocina, así como el nivel de suciedad y lo incrustada que esté.
Lo más recomendable es optar por productos eficaces pero no agresivos, especialmente cuando se trata de limpiar zonas en las que se preparan o almacenan alimentos.
Si quieres llevar a cabo una limpieza ecológica, puedes utilizar productos como el vinagre, el bicarbonato o el limón.
Limpieza de superficies principales
Una vez hayas preparado tanto el espacio como los utensilios de limpieza, es hora de comenzar a tratar las principales superficies y el equipamiento de la cocina.
Técnicas para limpiar electrodomésticos
Los electrodomésticos requieren una limpieza periódica. Si quieres limpiarlos a fondo, lo ideal es que lo hagas antes de tratar las encimeras, ya que en algunos casos como el del frigorífico, tendrás que vaciarlos para poder limpiar el interior.
Limpia a fondo, por dentro y por fuera, el horno, el microondas, el lavavajillas, el frigorífico y la campana extractora.
Para limpiar electrodomésticos de acero inoxidable, presta especial atención a los utensilios que utilizas en el exterior para evitar arañazos durante la limpieza. Como producto de limpieza, puedes utilizar agua caliente con limón, que no es tóxica, deja un buen olor y es muy efectiva contra la grasa y las bacterias.
Cómo limpiar encimeras y fregaderos
Las encimeras acumulan restos de alimentos y suciedad a lo largo del día, por lo que, además de la limpieza diaria, es esencial llevar a cabo una limpieza en profundidad periódica, centrándose en los rincones y las zonas menos accesibles.
Utiliza un trapo suave, por ejemplo una bayeta de microfibra, junto con el producto más apropiado según el material, para limpiar la encimera. Si hay suciedad incrustada, puede que te convenga ayudarte de un estropajo, siempre teniendo en cuenta que sea eficaz pero no dañe la superficie.
En cuanto a la limpieza de fregaderos, de nuevo deberás tener en cuenta el material del mismo, así como el de la grifería. Si es de acero inoxidable, por ejemplo, puedes usar vinagre blanco de limpieza, muy eficaz como desinfectante y contra los restos de cal, prestando especial atención a los bordes y rincones.
Detalles finales para una cocina impecable
Una vez que los elementos principales estén limpios, es momento de rematar el trabajo prestando atención a los detalles.
Desinfección de áreas críticas
Una limpieza a fondo requiere tratar zonas que suelen pasar desapercibidas. Limpia y desinfecta zonas como los pomos y tiradores de armarios y electrodomésticos o los interruptores.
Limpieza de pisos y zócalos
Por último, el suelo es una de las zonas que más suciedad acumula en la cocina, por lo que es fundamental no olvidarlo. Una vez hayas acabado de limpiar el resto, barre o aspira para retirar las migas y el polvo.
Luego, friega utilizando utensilios y productos de limpieza adecuados para tu tipo de suelo, ya sean fregonas o mopas, para un resultado impecable.
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